Control para la organización
El análisis y la definición de los
procesos de una organización permite comprender su funcionamiento y optimizar
sus resultados. Una adecuada gestión de los procesos permite mejorar los
resultados minimizando el consumo de recursos. Los procesos determinan el
rendimiento de la organización. Una organización será tan eficiente (o
ineficiente) como lo sean sus procesos. La mejora requiere un enfoque
sistemático que permita identificar las causas de los problemas y establecer
medidas sobre las causas de dichos problemas para evitarlos de raíz. La toma de
decisiones debe estar basada en hechos objetivos y no en opiniones.
La información de gestión debe ser
comunicada a todo el personal de forma que éste se implique en los resultados.
De lo contrario el personal estará desconcertado; como lo estarían los
jugadores de un partido de baloncesto en el que no hay marcador, ni tiempo de
posesión, ni faltas, ni marcas del terreno de juego. La información es útil
para la organización sólo cuando fluye y se comparte. Una organización
excelente ofrece a las personas que la integran posibilidades de desarrollarse
profesional y personalmente. Si la satisfacción del personal no se evalúa ni se
considera un elemento clave de la gestión, difícilmente se podrá mejorar la
calidad. Se debe pasar del “todo vale” a establecer unas reglas de juego claras
y transparentes y una evaluación rigurosa del valor que aporta cada persona a
la organización.
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